Ex priístas, ex panistas, ex perredistas, juniors de la política y en último lugar morenistas, llenan las listas de aspirantes a candidatos a distintos puestos de elección popular en la búsqueda de capitalizar el apoyo que mantiene Morena en la entidad, lo que ha generado tanto inconformidades como severos y tajantes cuestionamientos sobre la lealtad a los principios del instituto político de parte de los postulantes, que en varios casos ya habían ganado espacios de representación popular bajo otras siglas y ahora sólo buscan aprovechar la posibilidad que pueden tener bajo las siglas del partido en el poder a nivel federal.
En la publicación de los registros de los aspirantes tantos diputados locales, como a presidentes municipales, se pueden observar fácilmente personajes de la vida política que han estado presentes tanto en distintos puestos de elección bajo otras siglas, como aquellos que han intentado llegar una y otra vez a un cargo y que ahora esperan lograrlo pintándose de morenistas.
Los casos sobran pero el caso más reciente lo constituye el actual alcalde de Tetla, Eleazar Molina, quien apenas este fin de semana anunció su renuncia al PAN mediante el cual llegó al cargo que ostenta, para adherirse a las filas morenistas, su intención es la candidatura a la diputación local por el Distrito 2, después de que este espacio le fue negado en su partido.
Entre los ejemplos se encuentra también el hijo del ex candidato al gobierno del estado por el PRD, Gelacio Montiel, Giovani Montiel, quien en la elección pasada fue incluido en el tercer lugar en la lista plurinominal del PRD, pero ante los resultados de este partido quedó fuera de las curules locales y ahora busca la presidencia municipal de Tetla de donde es originario bajo las siglas de Morena.
Aunque ha difundido que renunció al partido del sol azteca, se ha dado a conocer que realiza actos para intentar promocionarse utilizando camionetas del PRD con la leyenda de la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN).
Con un paso por el PRI y PRD, Jorge Corichi aspira ahora a la alcaldía de Tlaxcala por Morena, cargo para el cual ya había competido en 2001 bajo las siglas perredistas, a donde llegó después su paso por el tricolor donde incluso fue presidente adjunto.
En otra muestra que ha desatado cuestionamientos entre los militantes morenistas y la misma ciudadanía que observa, se encuentra el el alcalde de Contla, Pablo Flores Galicia, quien llegó en 2014 a la presidencia de Contla por el PRI.
Bajos las siglas de ese mismo partido buscó la candidatura por el distrito federal 2 que no logró y ahora busca esa misma posición diputación por Morena, pese a que en 2018 declaró que por madurez no dejaría el PRI, tras no lograr su objetivo, afianzando con ello la idea de que políticos que no han logrado llegar a los puestos que buscaban, ahora intentar tomar el impulso que pueden darles los colores morenistas.
El también ex priista, Carlos Augusto Pérez decidió dejar 17 años de militancia política en el PRI, por el cual llegó a ser alcalde de Tepetitla y diputado local y en 2018 decidió salir del instituto político, al no lograr la candidatura para la diputación federal en el distrito 3, que buscaba desde 2015 aunque no de manera escrita y de ahí fue nombrado del programa para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores en la entidad y se considera un personaje incondicional a la ex delegada y hoy virtual candidata Lorena Cuéllar, como quien compartió en el PRI.
Adrian Xochitemo fue presidente municipal de Tepeyanco de 2014 a 2016, posición a la que llegó postulado por el PRD y bajo estos mismos colores fue diputado local por el PRD en 2016, cargo para el cual intentó reelegirse sin éxito.
Ahora busca regresar a una curul en el Congreso local por el distrito 13, para lo cual ya presentó su registro ante Morena, buscando dejar atrás su filiación perredista.
El ex priista Javier Rivera Bonilla constituye otra muestra, ya que anteriormente contendió por el tricolor a la presidencia municipal de Apizaco a la cual no logró llegar y ahora se registró como aspirante a la candidatura por la diputación local del distrito 7 por Morena.
También del PRI viene Erendida Cova Brindis, quien ya fue diputada federal por el distrito 3 entre 2001 y 2003, en 2006 llegó al Congreso local en intentó reelegirse para un nuevo periodo sin lograr su objetivo.
Sin embargo, al igual que muchos de sus compañeros del PRI, ahora se registró en Morena, para ir por la candidatura por buscar nuevamente la diputación federal por el distrito 3.
Aunque en cada elección el "chapulineo" está presente, en esta ocasión resulta más evidente la llegada de quienes han militado en otros partidos y han logrado cargos que ahora buscan repetir o bien escalar en los escaños políticos.
Ante ello, es evidente la molestia que ha provocado entre los morenistas el hecho de que se haga a un lado a los militantes y se abra la posibilidad a personas que no comulgan con los principios del instituto político y que antaño han representado proyectos diametralmente opuestos
En redes sociales también son palpables los reproches a la ambición que evidencian, pues se trata en muchos casos de personajes que ya han desempeñado cargos de elección popular y las críticas son mordaces y directas sobre el cambio de colores y la petición de que dejen libres los espacios para nuevos rostros.
La presencia de Morena en Tlaxcala y el interés de los políticos de obtener sus candidatutas, se liga con el hecho de que la entidad se ubica dentro de las 5 donde la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador es mayor, pese a que en 2020 Tlaxcala fue donde mayor caída registró su simpatía.
Actualmente Tlaxcala se encuentra en el cuarto lugar de las entidades donde la aprobación es mayor de acuerdo a las cifras de Consulta Mitofsky a febrero con 69 % de los entrevistados, lo que da una idea de la presencia que mantiene el partido que fundó y la razón por la cual los aspirantes consideran que su postulación les daría posibilidades de lograr los cargos a los que aspiran.
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