Sin duda el triunfo se ha convertido en una aspiración personal y grupal que a través de la historia ha sido una constante, quienes lo alcanzan ya sea dentro del contexto social, deportivo, económico, profesional, etc., se sienten realizados. Sin embargo, no podemos confundir el triunfar con ganar y mucho menos, cuando se gana por ganar o simplemente para enaltecer el ego.
Hemos visto ganar un mundial de futbol a la selección de Argentina, utilizando uno de sus jugadores estrellas la mano (Armando Diego Maradona), sin embargo, para minimizar la acción impropia para lograr ganar, le llamaron: “la mano de dios”. Asimismo, en la segunda guerra mundial los países triunfadores que conformaban al grupo de los Aliados (Inglaterra, Francia, URSS y los EU) a pesar de tener ya ganada la lucha en contra de quienes integraban el grupo del Eje (Alemania, Italia y Japón), utilizaron al final dos bombas atómicas con el fin, al parecer, de mostrar al mundo ser los ganadores. Así podríamos señalar un sin número de decisiones y actos a nivel mundial, nacional, estatal, municipal y comunal, para confirmar simplemente que han ganado en “algo”, sin importarles absolutamente nada.
El domingo (17/04/22) sucedió algo similar, es decir, una fracción de diputados federales quisieron demostrar haberle ganado “una” al presidente, expresando de manera orgullosa que a partir de ese momento los partidos de oposición al gobierno actual ganará todo. Quienes también mostraron gran felicidad fueron: empresarios, élite intelectual, medios de comunicación privados y algunos columnistas, analistas y críticos políticos. Sin embargo, la población mayoritaria expresaba su descontento a través de las redes sociales al saber que quienes habían salido favorecidos con el rechazo a la Reforma Eléctrica eran los dueños de los grandes capitales (principalmente extranjeros) y no el pueblo.
Es decir, un proyecto a favor del colectivo nacional (Reforma Eléctrica) fue frenado por diputados del PAN; PRI; PRD y MC argumentando una supuesta preocupación por la economía del pueblo. Aunque se sabe perfectamente que más bien mostraron su interés de mantener abiertas las puertas a las empresas privadas tanto nacionales como extranjeras para seguir apropiándose de los recursos naturales y productivas del país, sin pensar en la población mayoritaria. Si estoy equivocado, qué alguien me diga ¿Cuándo y qué empresa privada nacional o extranjera ha mostrado preocupación por el pueblo (salvo en discurso), dejando en segundo plano su interés económico?
En las muchas horas utilizadas por los diputados para discutir la Reforma Eléctrica, no se escucharon por parte del llamado bloque de oposición, sustentos claros y convincentes para justificar su posición en contra, salvo descalificaciones personales y redundando en que era un proyecto personal y caprichoso del mandatario, nada categórico para su estatus de diputados. En otras palabras, su posición y actitud de quienes votaron en contra de la reforma fue simplemente para querer ganar como fracción política. Sin importarles que ganar en ese momento los puede llevar a perder gubernaturas, diputaciones, senadurías y presidencia nacional en próximas elecciones. El pueblo no perdona.
Al parecer, los empresarios al no tener políticos con un suficiente liderazgo estatal o nacional intentan ellos mismos asumir ese rol (Claudio X. González, entre otros). Sin embargo, hasta ahora lo han hecho muy mal, aunque digan lo contrario y festejen haber ganado la no aprobación de la Reforma Eléctrica. Pues con la aprobación constitucional de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) y la aprobación de la iniciativa para reformar la Ley Minera, el mandatario nacional, quien toda su vida ha sido político, triunfó con sus propuestas a favor de la población. Hay una frase muy popular “zapatero a tus zapatos”; seguramente los empresarios no la contemplan en su léxico; mucho menos en su visión.
Dos de los representantes tlaxcaltecas en el Congreso de la Unión, aclaro, más bien una ya que el otro representa al estado de Durango (¡lo que permiten las diputaciones plurinominales! ¿Sabrá la problemática real de ese estado y la gente de allá sabrá que los está representando alguien que no es de ahí?). La primera es Lilia Caritina Olvera Coronel del PAN y el segundo, Mariano González Aguirre del PRI quienes votaron en contra de la aprobación de la Reforma Eléctrica. Éstos dos personajes a través de las redes sociales han recibido fuertes críticas y los señalan como traidores al pueblo; sin embargo, creo que únicamente mantuvieron el compromiso con su partido, en su futuro político y conservar sus canonjías de diferente índole. Se olvidaron de sus representados.
Por otro lado, la élite empresarial al ver afectados sus intereses económicos en estos últimos tres años, han tomado como rehenes a cuatro partidos (PAN; PRD; PRI y MC) con el fin de recuperar sus prebendas económicas que por años han tenido. Por su parte los partidos políticos al no contar con el apoyo poblacional debido a su historial nada agradable, se han entregado sin ocultamiento, como antes lo hacían, a la clase empresarial con el fin de recuperar su estatus y privilegios económicos, por cierto, únicamente para los dirigentes de alto rango, no para todos los militantes.
Históricamente México es uno de los países que ha vivido grandes controversias internas, principalmente por la desigual e intereses personales o de micro grupos, lo que lo ha llevado a tener diversas crisis sociales, económicas, políticas y culturales. Para muestra, dos guerras crueles (1810 y 1910) además de otros movimientos sociales, en donde las proyecciones aspiracionales de algunos, los llevaron a pedir ayuda a otros países, aunque más bien con fines de enriquecimiento familiar, sin importarles las condiciones de miseria que vivía el país.
Dentro del imaginario social se aspira a una defensa de nuestros recursos naturales y culturales, olvidándonos de ser clasistas, racista e individualista. Aunque para ello necesitamos mejorar la educación escolar en todos los niveles, nuestra educación familiar y acrecentar las lecturas (seguimos siendo una sociedad no lectora). En la educación y lecturas está una de las soluciones para triunfar como sociedad mexicana, permitiéndonos dejar de querer ganar por ganar entre nosotros o… ¿Usted qué opina?
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