Concluido el proceso electoral abundan los “sesudos” análisis sobre los resultados electorales, construyen escenarios que van desde preguntarse si la nueva gobernadora no habitará la casa de gobierno, si reducirá su salario y se preguntan si aplicará la austeridad republicana. Posteriormente, hay quienes se ocupan en tratar de averiguar quiénes integrarán el nuevo gabinete, los posibles perfiles de los aspirantes a acompañar a Lorena Cuellar en los próximos años.
En primer lugar, los resultados electorales fueron entregados, pese a los problemas en algunos lugares, en el tiempo establecido y con la certeza necesaria. Los elementos adicionales que pudieran haber obstaculizado a las instituciones encargadas de organizar el proceso electoral, no jugaron un papel realmente trascendente.
Ahora bien, los resultados del 6 de junio son para la integración de la Cámara de Diputados en el Congreso de la Unión, así como saber quién gobernará en las entidades donde hubo elecciones, Cámaras locales, municipios y presidencias de comunidad. En fin, se podría considerar una obviedad lo que estamos planteando, pero pareciera que queda poco claro el significado de la democracia en nuestro país.
Permea en diferentes medios una visión simplista de que la democracia está constituida por los procesos electorales, pero vivir en democracia implica sí elegir a nuestras autoridades y representantes, pero olvidamos que la otra parte está en manos de autoridades, representantes y ciudadanos.
La idea de estas reflexiones es ir más allá de las banalidades que inundan los medios de comunicación, en Tlaxcala seguimos padeciendo problemas graves y que parece no merecer la atención, es de nuestro interés mostrar uno de tantos y que requiere atenderse de inmediato, nos referimos a la pobreza.
La situación de la pobreza se nos hace tan normal que pareciera inherente, tan propio y quizás muchos lo consideran necesario para sociedades como la nuestra, incluso si lo vemos desde el punto de vista religioso parecería como una virtud, un bien que es explotado por la jerarquía eclesiástica.
La importancia del tema es fundamental para la comprensión de la dinámica de una sociedad e impacta negativamente en el acceso de bienes y servicios, además de que el nivel de bienestar se ve deteriorado; por esta razón insistimos en la necesidad de que la democratización de una sociedad no se limita a entregar buenos resultados electorales.
La importancia del tema es que a nivel mundial se le trata de combatir con políticas poco eficientes, como es el caso de los programas del Banco Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Ahora bien, cómo está Tlaxcala en este sentido, para este 2021 la población total es de 1,395,545, con un grado de rezago social medio; ello se traduce de la siguiente manera: casi 650 tlaxcaltecas padecen pobreza moderada y extrema; 482 mil se encuentran algún tipo de vulnerabilidad y 205 no tienen ningún tipo de vulnerabilidad ni pobreza. Por supuesto que los números no son nada halagadores y nos coloca en desventaja, con respecto a otras entidades.
Asimismo, resulta necesario considerar que a partir de esto estamos en posibilidades de abordar diferentes temas que tienen que ver con desigualdades, grupos vulnerables, el tipo de economía, causas de la migración, entre muchos otros temas, sin duda urgentes de abordar.
Te podría interesar...