No pocos han opinado sobre la educación a distancia y lo insuficiente que ha sido para lograr resultados favorables en el aprendizaje de los educandos, sin embargo, otros han dicho que la educación a través de los medios electrónicos es una alternativa válida y trascendente. No sólo por la pandemia sino para todo momento educativo. Proponiendo considerar a los medios de comunicación como una herramienta didáctica adecuada y confiable.
Debido a la inmensa información por parte de los medios de comunicación, algunas personas aseguran ser un medio de preparación académica mucho más adecuado que el propio sistema escolarizado y de manera presencial. Ante ello surge una importante interrogante ¿la escuela y los docentes deberán ser desplazados en el proceso educativo? ¡no!, la función de los docentes es básica para: formar a los educandos mediante conocimientos y reforzamiento de valores. Todo ello de manera presencial y en escuelas.
Sin embargo, es innegable que los medios de comunicación a la fecha se han enriquecido mucho, no tan sólo económicamente, sino en contenidos, calidad y cantidad tecnológica. Por consecuencia, si el profesor no quiere perder su estatus como ente principal de la enseñanza escolariza, debe preocuparse por ser lo suficientemente competente. Las escuelas, deberán mejorar su infraestructura y en general, lograr ser un espacio agradable, seguro, limpio y adecuado pedagógicamente hablando. Y así, lograr en los alumnos un aprendizaje significativo.
En cuanto a la selección de contenidos emitidos por los medios de comunicación, el profesor deberá reunir conocimientos suficientes para orientar a los alumnos y éstos, puedan ser capaces de elegir, filtrar, aceptar o rechazar toda aquella información que está a su disposición con solo oprimir una tecla. La tarea no es fácil, más cuando el propio docente está expuesto a caer en la inducción comercial de los medios.
La enajenación de la población hacia los medios de comunicación es observable y al parecer inminente. La mayor parte de las personas mínimamente cuenta con un teléfono celular, donde se encuentra información que nos “tiene ocupados” por tiempo indefinido. Es más, quienes se resistían a aceptar la tecnológica comunicativa, hoy la utilizan de manera casi obligada. Ha sido tanta su penetración en el colectivo social que sí años atrás se consideraba como algo lúdico y de libre elección, a la fecha y con la pandemia, se convirtió en un medio obligado para ocupar nuestro tiempo, incluso, ser responsables de hacer llegar a los alumnos los programas académicos oficiales.
El curso escolar 2019-2020, parte de lo que vamos del 2020-2021 y seguramente lo que resta de este último, continuará con la educación a distancia. Sin embargo, el problema no es tener el proceso educativo a través de los medios de comunicación, sino más bien, saber orientar a los niños, adolescentes y jóvenes para que se apliquen realmente a su compromiso educativo. No es raro ver que mientras ven una sesión académica, están revisando un Tik Tok u otro tipo de programa similar, los cuales no tienen demasiada confiabilidad ni elementos cognitivos adecuados.
Los docentes tienen el compromiso de formar personas con actitudes y aptitudes sólidas que les permitan integrarse a la sociedad de manera favorable y no ser únicamente transmisor de conocimientos. Por lo tanto, todo docente tiene el compromiso de formar a las generaciones jóvenes a través de valores, conocimientos, reflexiones, análisis, críticas, propuestas, interacciones y un sinnúmero más de elementos pedagógicos. Para lograrlo, reafirmo, el educador requiere de una interlocución presencial entre ellos y los alumnos, además de un espacio específico como es la escuela.
Por otro lado, y en términos sociales generales, tengamos cuidado con las “noticias falsas” conocidas también como “fake news”. Éstas tratan de escandalizar y manipular la opinión pública mediante diferentes formas. Lo vamos a experimentar en el proceso electoral que ya inició. La lucha por el poder será sin límites y sin miramientos. A nivel nacional se elegirán 500 diputados federales y en 15 estados gubernaturas. En Tlaxcala de manera específica se elegirán a 25 congresistas, 15 por mayoría relativa y 10 por representación proporcional; un gobernador o gobernadora, 60 presidencias municipales, 299 presidencias de comunidad, 60 sindicaturas y 350 regidurías. Es decir, corremos el riesgo de que algunos candidatos o candidatas utilicen noticias falsas para lograr sus objetivos. Por consecuencia, nuestro voto tiene que ser analítico, crítico y secreto.
Recordemos que en pasadas elecciones nos han inducido a una “fiesta” electoral a través de los medios de comunicación, sin embargo, después del “encanto de las promesas”, “de querer crear una memoria histórica a partir de las elecciones a efectuarse”, “ver como pierden la dignidad humana quienes expresan que no tienen intereses personales y sí de mayorías”, “cuando se sacan fotos con gente del pueblo” además de hacernos sentir “ciudadanos con derecho a decidir”, etc., nos enteramos de las pocas personas y/o familias beneficiadas, las cuales quieren seguir siendo dueñas de la riqueza económica y natural del estado y/o país. Mientras el 80% de la población de más de 120 millones de personas que habitamos México, de ellas más de un millón de tlaxcaltecas, como decía el cantante Oscar Chávez en una de sus canciones: “la bailamos sin calzones”. Valoremos nuestra experiencia electoral y respetemos nuestra dignidad ciudadana o ¿usted qué opina?
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