Quienes tuvimos la fortuna de haber nacido en el territorio mexicano, podemos presumir de sus diversas riquezas naturales. Sin embargo, la mayoría de la población no las disfruta; sólo un mínimo grupo privilegiado por concesiones políticas, ser parte o descendiente de la cúpula del poder económico o utilizando acciones corruptas. Aunque al final de cuentas la esperanza de un reparto justo de la riqueza no termina, continuamos con la utopía de tener mejores condiciones de vida la mayor parte de mexicanos.
De acuerdo a los datos del Fideicomiso de Fomento Minero, la riqueza mineral en México se caracteriza por ser uno de los mayores productores a nivel mundial de Plata, Oro, Litio, Petróleo, Bismuto, Celestita, Molibdeno, Plomo, Zinc, Fluorita, Cobre, Barita, Yeso, Carbón, Fierro y Manganeso, entre otros. Es decir, si le agregamos a la gran riqueza mineral, la basta producción pesquera de los litorales del Pacífico y Atlántico, de los cuantiosos ríos en diferentes estados del país; además de las grandes extensiones de tierras para la producción agrícola y ganadera, aunado a los extensos bosques del centro y sureste del país, nos hace uno de los países más ricos del mundo, pero con una población mayoritariamente pobre.
La riqueza natural del territorio mexicano y la pobreza de su gente son reales. Aunque todo tiene una razón: el gran saqueo, robo o como le quiera llamar, de los diferentes minerales por parte de los ibéricos desde la conquista. Es decir, desde hace 500 años los europeos iniciaron con el saqueado al territorio, después se han agregado nuestros vecinos del norte y en las última décadas países asiáticos. Aun así, el territorio continúa con su envidiable riqueza natural.
Desgraciadamente como grupo social no hemos podido coincidir en política, economía y vida social, lo que ha permitido -en las diferentes etapas históricas de México: Colonial, Independencia, Reforma, Revolución, Moderna y Contemporánea- la participación de intereses extranjeros, es decir, a pesar de haber vivido y sufrido situaciones complejas como: conquista, invasiones, autoritarismo, saqueos, violaciones, manipulaciones, etc., no hemos sido capaces de aprender ni entender lo que la historia nos ha dejado como enseñanza.
En la conquista, los españoles utilizaron la fuerza y el miedo espiritual para someter a la gente nativa. Otra estrategia fue la de otorgar concesiones económicas, políticas y sociales a los caciques y así, establecer dos bandos: los beneficiados y los explotados. Así, ante ese antagonismo entre los pobladores, facilitó a los extranjeros hacerse de las riquezas del territorio de la Nueva España, convirtiéndose en juzgadores a partir de su concepción muy particular y convenenciera del bien y del mal, creando leyes siempre a su favor. La defensa por parte del indígena Francisco Tenamaztle, Fray Bartolomé de la Casas, entre otros, fue muy digna, valiosa y respetable, aunque desgraciadamente no lo suficiente para cambiar el infortunio del pueblo conquistado.
Tiempo después el enfrentamiento entre connacionales continuó, algunos vieron la necesidad, minimizando la capacidad de los coterráneos, de traer a un Emperador Austro-francés para que nos gobernara. Quien se opuso a esa autoridad extranjera, fue minimizado bajo conceptos racistas llamándole de manera peyorativa “indio”, me refiero a Benito Juárez. Años más tarde, al revolucionario Doroteo Arango conocido como “Pancho Villa” no lo bajaron de roba vacas, cuando su lucha fue social y no a favor de una minoría; terminó asesinado. A la par sucedió con el llamado “Caudillo del Sur” Emiliano Zapata, quien fue exhibido como un simple “charrito” que sólo buscaba vivir bien, junto con los de su estado y región, negando su lucha social a favor de los campesinos. Esa minoría pensando nuevamente en sus intereses también tuvo que asesinarlo.
Años más tarde los empresarios beneficiados con el petróleo, mayormente extranjeros y algunos nacionales, acusaron a Lázaro Cárdenas de ser un analfabeto ya que tan sólo había cursado el cuarto año de primaria, augurando que la expropiación petrolera, además de su proyecto de educación socialista, sería un error rotundo de su gobierno; incluso, afirmaban a través de los medios de comunicación que Cárdenas llevaría al país al total fracaso económico. Únicamente el pueblo le creyó y con los resultados, el propio pueblo le dio el sobrenombre de “Tata”, apelativo de respeto social que aduce al nivel de padre. Así podría continuar señalando un sinnúmero de ejemplos.
Desgraciadamente en estos momentos se está viviendo algo parecido, ya que recuperar empresas en manos de capitales privados nacionales y mayormente extranjeros o en otros casos, de que esas empresas se sujeten a las normas constitucionales del país y respeten el medio ambiente, paguen salarios y prestaciones justas a sus trabajadores y cumplan con sus pagos hacendatarios, no todos lo ven con buenos ojos. Esas micro élites se oponen radicalmente y para ello recurren a las leyes, que en su momento fueron modificadas a su favor. Asimismo, profieren contra la política de Estado, pues para ellos no es la adecuada y bajo su óptica (intereses) va a perjudicar al pueblo mexicano. Todo esto difundiéndolo a través de diversos medios de comunicación. La historia se repite.
Por último, no quiero dejar de mencionar que la riqueza mayor que tiene México es su gente. Conformamos una sociedad pluricultural llena de valores históricos y culturales. Desgraciadamente la desinformación confunde y crea desconcierto en la ciudadanía, complicándole decidir si apoya los proyectos a favor de la población mayoritaria o de la micro élite. Será que estamos en el mejor momento de aplicar las experiencias históricas… ¿usted qué opina?
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